sábado, 22 de noviembre de 2008

El Malevo Ferreyra se suicidó frente a Crónica TV sangriento episodio



El "Malevo" Ferreyra se suicidó frente a Crónica TV
El ex comisario tucumano estaba imputado en delitos de lesa humanidad y Gendarmeria iba a detenerlo. Mientras le hacían una nota se pegó un tiro en la cabeza. El ex comisario tucumano Mario "Malevo" Ferreyra se mató esta tarde de un tiro en la cabeza frente a las cámaras de Crónica TV, mientras resistía una orden de arresto que estaba por concretar Gendarmería. Ferreyra, de 63 años, se encontraba recluído desde hace diez días con su esposa y su hijo de 11 años en su casa de la localidad de San Andrés, en la zona este de Tucumán, luego de que el juez subrogante Daniel Bejas ordenara su captura.

Esta tarde, efectivos de Gendarmería Nacional llegaron a buscarlo a la vivienda por orden del juez, pero el ex comisario se resistió a ser nuevamente detenido y se pegó un tiro en la cabeza mientras una periodista de Crónica TV lo entrevistaba.

El instante en que Ferreyra se disparó con un arma que tenía escondida en una bota fue filmado por el equipo periodístico del canal de noticias, que se subió junto al ex comisario a un tanque de agua de la vivienda.


El ex comisario, antes de ser detenido, brindó una extensa entrevista con esa emisora, donde anticipó que no se iba a entregar a la justicia, que "lo perseguía con causas y acusaciones falsas".

"Hasta siempre María", dijo el ex comisario, en alusión a su esposa María de los Angeles Nuñez, y se disparó cerca de una oreja, imagen que quedó filmada y luego fue transmitida a todo el país por Crónica TV.

La familia de Ferreyra intentó auxiliarlo en la torre de agua cuando estaba malherido e insultó a los efectivos de Gendarmería que bajaron al ex comisario con una soga.

Ferreyra fue llevado de urgencia por los gendarmes al Centro de Salud Zenón Santillán, en la capital tucumana, donde ingresó a las 16.35 ya fallecido, dijeron fuentes médicas. El director del hospital, Ricardo Figueroa, sostuvo que el cuerpo de Ferrerya estaba "en la morgue del hospital, vigilado por Gendarmería" y destacó que también algunos familiares y allegados al ex comisario se acercaron esta tarde hasta el centro de salud.

María Arraguada, mediadora de la Corte tucumana, lamentó en diálogo con la prensa la rapidez del accionar de Gendarmería porque dijo que un abogado "logró dialogar con él" antes del ingreso de los gendarmes.

La funcionaria judicial manifestó que luego de hablar con Ferreyra, que se había atrincherado en un tanque de agua de la casa, iba junto al letrado "caminando para encontrarnos con Gendarmería, pero irrumpen los gendarmes por la tranquera y a la carrera".
"Les dijimos no entren, no entren y a los minutos se escuchó el disparo", explicó.

El ex jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán encabezó entre 1989 y 1990 autoacuartelamientos policiales en reclamo de mejoras salariales y laborales, en 1991 denunció a toda la cúpula de la institución por corrupción, tras lo cual fue separado de su cargo.

Luego fue sometido a un juicio oral y público por distintas irregularidades cometidas en su función y en 1993 fue condenado a prisión perpetua por un triple homicidio en una aparente simulación de fuga en el paraje Laguna de Robles.

Ferreyra protagonizó el día en que se leyó la condena una fuga desde los Tribunales para refugiarse en el monte.Durante de su detención en el penal de Villa Urquiza protagonizó nuevas protestas, se casó y tuvo a su hijo. Años atrás logró la libertad condicional.

Hace una semana el juez federal Bejas ordenó su captura para que responda sobre las actividades que desempeñó durante la dictadura en vinculación con el centro clandestino de detención del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga. "No tengo nada que ver. Que investiguen, que vayan a los lugares, que busquen. Si miento, que me fusilen", dijo el ex comisario al diario La Gaceta.

Además, sostuvo que detrás de la causa que busca conocer el destino de desaparecidos que estuvieron detenidos en ese centro clandestino hay intereses económicos, porque los deudos "cobran 250.000 pesos por cada preso o desaparecido".

"Hay dos mujeres en esto, (la jueza) Alicia Noli y (abogada de los organismos de Derechos Humanos) Laura Figueroa. Supe que Figueroa cobra una parte", denunció Ferryera. Asimismo, advirtió: "Las hago responsables de lo que me pase a mí o a mi familia".
Ferreyra anticipó que no iba a presentarse ante el juez y sostuvo: "Me declaran prófugo, y aquí estoy. Si viene Gendarmería, que me acribille; ya no me interesa. Los jueces no son Justicia, sólo la administran, pero son humanos", remarcó en la entrevista.
Los últimos instantes de vida de "El Malevo" Ferreyra fueron filmado con detalle, debido a que las cámaras estaban a pocos centímetros del lugar en el que finalmente se terminó por disparar.

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