jueves, 22 de enero de 2009

Gabriela Figueroa El baile de caño de Dallys Ferreira es bochornoso


Gabriela Figueroa El baile de caño de Dallys Ferreira es bochornoso

Tiene 10 años de experiencia en el baile del caño, y autoridad para hablar de sus colegas. La chica de “Vedettísima” dijo que “hoy cualquier chirusa pone un poste y piensa que hace pool dance“.
Gabriela Figueroa es la reina del caño. La morocha impacta cada vez que hace pool dance y tiene autoridad para hablar sobre las modelos, actrices y vedettes que despliegan sus bailes en varios espectáculos.

Hace 10 años comenzó a mover su figura sobre el caño y hoy se luce en “Vedettísima”, la obra que tiene a Carmen Barbieri como protagonista. “Este cualquier chirusa se cuelga de un caño, pone un poste, hace dos figuras y se piensa que hace pole dance, cuando en realidad ninguna tiene ni idea de lo que hay que hacer. La reina del caño soy yo, las demás son de cuarta”, sentencia la muchacha.

Detalla que tiene “un caño de cuatro metros con un mínimo de ocho figuras, con un tango en donde bailo, actúo y, además, hago caño. No es que me visto de linda y me saco la ropa. Las demás son caraduras, como Lorena Liggi o Dallys Ferreira, que vino a verme al teatro y creo que entendió el bochorno que estaba haciendo”.

Gabriela está en pareja desde hace siete años con Carlos Augusto Davini, coreógrafo del boliche de stripper “Golden”. Ambos tienen un cuerpo envidiable y ella se confiesa celosa: “Estamos bárbaro y convivimos desde hace seis años. Es mi apoyo más grande, y un gran consejero. Estoy acostumbrada a que lo vean y le griten 400 mujeres por fin de semana, pero fuera del ámbito laboral, lo celo mucho”.

Hace poco, la parejita tuvo sexo en la playa. “¡Mamita querida!”, habría dicho Marrone si hubiera visto las fotos de Gabriela junto a su novio en plena zona turística.

Parece que la morocha infartante no tuvo problemas de quedarse como Dios la trajo al mundo junto a su “Adán”. Los chicos comenzaron a prodigarse mimos, cada vez más efusivos y terminaron los dos sin sus mallitas... Ella se quedó sin su diminuta bikini. Él, sin su sunga... y dunga dunga.... la pasaron muy bien.

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